Pescadores quieren más espacio en la Bahía de Guanabara
En medio de los preparativos para la realización de los deportes acuáticos de los Juegos Olímpicos de 2016, una categoría reclama más atención: los pescadores artesanales, quienes afirman haber perdido espacio de trabajo dentro de la Bahía de Guanabara tras el crecimiento de la industria petrolífera y naval. De acuerdo con el director de la Federación de Pescadores del estado de Río de Janeiro, Gilberto Alves, falta una contrapartida de las empresas que utilizan las aguas de la bahía, para compensar la pérdida de trabajo de los profesionales de la pesca.
“Es un descuido muy grande con una bahía que produce alimentos para tanta gente. Cada día que pasa, más empresas surgen en la bahía, y se está excluyendo al pescador, que tiene que disputar espacio con grandes embarcaciones”, dijo. Alves afirma que no vio ninguna mejora en la calidad del agua y que muchas especies de peces desaparecieron de la región. “Ahora solo hay gamba, lisa y algo de corvina. Hace años, había más de un centenar de especies de peces, cuatro tipos de mantarraya, seis tipos de pez gato, muchos tipos de lisas en la bahía. Se nos quitaron todo.”
Según el director de la Federación, la pesca está prohibida en áreas de conservación ambiental, de la Armada, y a una distancia de 500 metros de equipos como navíos, ductos y terminales. Según el Ministerio de Pesca, “aunque existen zonas de exclusión, todo el resto del mar está a disposición de los pescadores artesanales, que siempre encuentran un espacio donde todavía se puede pescar”. El ministerio también dice que las compensaciones por las zonas de exclusión impuestas por proyectos tecnológicos son ofrecidas por las empresas “en el caso de comprobado impacto económico en la actividad de pesca”.
Petrobras, por ejemplo, la mayor petrolera de Brasil, informa que lleva a cabo un “riguroso estudio de impacto” antes de autorizar cualquier emprendimiento y que “el organismo de licenciamiento establece las medidas de compensación y supervisa su aplicación”. La compañía destaca que las zonas de exclusión para la pesca son determinadas por la autoridad portuaria y que “en la interrupción de la pesca durante la ejecución de los emprendimientos de Petrobras, los pescadores fueron adecuadamente compensados”.
Además, de acuerdo con Petrobras, algunos pescadores son contratados para trabajar en las obras y también participan en iniciativas socioambientales llevadas a cabo por la empresa.
Resiliencia Ambiental
Según la coordinadora de pesca de la Fundación Instituto de Pesca de Río de Janeiro, Francyne Vieira, la producción de pescado en la Bahía de Guanabara es todavía grande. “Los pescadores afirman que, antes, la pesca era mucho más fuerte, pero la bahía todavía tiene alta productividad, lo que muestra un poder de resiliencia del medioambiente”.
Sin embargo, los que viven de la pesca dicen que sobrevivir exclusivamente de ello está cada vez más difícil. Jorge Pescador, de la Playa Rubra, afirma que tuvo que diversificar sus actividades para sobrevivir. Hoy en día, él alquila kayaks. “Sigo trabajando con la pesca, que se redujo de manera significativa debido a la contaminación y a la sobrepesca. Hay veces en que no logramos tan solo un pez, a veces unos tres robalos, diez ya es mucho. Ya no pasa aquello de bucear y ver un lenguado, un mero, como en otros tiempos. Desde hace 15 años, los peces se están agotando. Ahora el alquiler de kayaks me trae mucho más dinero que la pesca”.
Respecto a la calidad del pescado para el consumo, el médico infectólogo Edimilson Migowski explica que la contaminación por aguas residuales no tiene ninguna influencia si se lo cocina bien, pero los contaminantes químicos no son eliminados. “Cuando uno come un pescado bien cocido, es poco probable que haya algún tipo de contaminante relacionado con virus, bacterias y agentes vivos, pero los metales pesados, como el plomo, aluminio, mercurio, contaminantes de las fábricas en los alrededores la Bahía de Guanabara, pueden llevar a una intoxicación”.
El biólogo marino Rodrigo Gaião, de la ONG Guardianes del Mar, dice que los metales pesados se encuentran en mayores cantidades en los alimentos marinos conocidos como filtradores, como los mejillones y ostras. “Ellos eliminan todo lo que está en la masa de agua. Mientras sea solo orgánico, no hay problema, pero, desgraciadamente, en algunos puntos de la Bahía de Guanabara, la cantidad de metales pesados es muy alta. Las investigaciones muestran que, en el cangrejo, la concentración en la carne de las garras no existe o es muy pequeña. En las vísceras, en el interior del cangrejo, es donde los metales pesados se encuentran en mayor cantidad. Por eso hay que tener cuidado en el consumo”, dijo.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Pescadores quieren más espacio en la Bahía de Guanabara