Operarios de Volkswagen se declaran en huelga por tiempo indefinido

Volkswagen anunció este martes (6) la dimisión de 800 metalúrgicos de la fábrica Anchieta, en la región metropolitana de São Paulo. En contra de la decisión, los empleados decidieron por la mañana entrar en huelga por tiempo indefinido hasta que se reviertan los despidos. Así lo informó el Sindicato de los Metalúrgicos del ABC (acrónimo conformado por las iniciales de las tres ciudades donde se concentra la producción automovilística del estado de São Paulo: Santo André, São Bernardo do Campo y São Caetano do Sul).

De acuerdo con el sindicado, cerca de 7 000 obreros que trabajan en el primer turno asistieron a la reunión. En total, la fábrica emplea a 13 mil operarios. La asesoría de prensa del sindicato informó que los obreros se encuentran dentro de la fábrica, aunque siguen con sus brazos cruzados. Volkswagen, por su parte, prefirió no comentar sobre el caso.

Desde el año pasado, Volkswagen viene adoptando medidas como vacaciones colectivas y la suspensión temporal del contrato de trabajo (lay-off) en esa fábrica. Según la empresa, los empleados despedidos tendrán derecho a 30 días de permiso retribuido y luego serán desvinculados de la empresa.

Los empleados fueron informados de los despidos mediante cartas enviadas el 31 de diciembre, las cuales pedían a los metalúrgicos que no regresaran a sus puestos de trabajo después de las vacaciones colectivas y que se pusieran en contacto con el sector de Recursos Humanos de la empresa.

Según Volkswagen, el panorama de desaceleración de la industria automotriz en el país durante los últimos dos años y la creciente competencia generaron fuertes impactos en sus resultados. Según la fabricante, de enero a diciembre de 2014, la industria automotriz brasileña registró una caída en torno al 7% en las ventas y de más del 40% en las exportaciones en comparación con 2013, lo que resultó en una retracción del 15% en la producción.

En 2012, el sindicato y el grupo Volkswagen firmaron un acuerdo con validez hasta 2016, que trataba de cuestiones como estabilidad y política de reajustes. El año pasado, sin embargo, la empresa quiso revisar el acuerdo, pero la propuesta fue rechazada en asamblea por los trabajadores. El sindicato alega que desde entonces la empresa no convocó a los trabajadores para negociar y tomó una decisión unilateral con los despidos.

La empresa argumenta que, cuando se firmó el acuerdo, después de años de crecimiento, la perspectiva para la industria automotriz era positiva, porque se creía que se venderían 4 millones de coches en 2014. “Lo que pasó fue una reducción a 3,3 millones. Es importante recordar que, en la fábrica de Anchieta, el nivel de remuneración promedio es superior a aquel de sus principales competidores, incluso en la región”, afirmó la compañía automotriz en un comunicado.

Traducción: Lucas Magdiel