Implementación del Código Forestal sigue siendo un reto
El Código Forestal Brasileño completará tres años el próximo 25, pero todavía afrontará desafíos para su aplicación efectiva, según un estudio patrocinado por la organización ecologista CI-Brasil (Conservación Internacional), con el apoyo del WWF-Brasil (del inglés World Wildlife Fund; en español Fondo Mundial para la Naturaleza), entidades que integran el Observatorio del Código Forestal.
Cristiano Vilardo, de CI-Brasil, explica que el estudio fue realizado en 21 estados brasileños entre los meses de marzo y mayo de 2015. Uno de los temas planteados fue el Registro Ambiental Rural (CAR), mecanismo creado por el Código Forestal y que sirve como un banco de informaciones sobre los inmuebles rurales, recogiendo datos tales como la demarcación de las áreas protegidas, reservas legales, zonas rurales consolidadas y zonas de interés público y social. A principios de este mes, el gobierno brasileño extendió por un año el plazo para que productores rurales se registren en el sistema.
“La extensión del plazo, aunque estuviera prevista en la ley, demuestra la magnitud del reto que es completar el registro hasta mayo de 2016. Identificamos bolsones de resistencia de sectores enteros que no se reconocen en el CAR y no apuestan por el registro como una herramienta”, dijo Vilardo.
Entre los problemas reportados por los gestores departamentales del CAR está la dificultad de acelerar el registro con calidad, de manera que otros instrumentos del código también se desarrollen. Segundo Vilardo, los estados, sin embargo, tienen su parte de responsabilidad al posponer la edición de los criterios de los programas de regularización ambiental.
“Para convencer a los productores a hacer el registro es necesario instituir el Programa Ambiental de Regularización Ambiental [PRA], que es responsabilidad de los estados. Solo cuatro estados han instituido el PAR hasta el momento y solo Bahia estableció la reglamentación. Si no es así, el propietario no tendrá ninguna claridad respecto a las reglas a las cuales se someterá para establecer la reglamentación”, explicó Vilardo.
Según el director general del Servicio Forestal Brasileño, adscrito al Ministerio de Medio Ambiente, Raimundo Deusdará, los estados necesitan incrementar sus estrategias de adhesión al CAR. “Por parte del gobierno federal, del Servicio Forestal y del Ministerio de Desarrollo Social, estamos construyendo estrategias diferenciadas para buscar productores en las regiones más lejanas, con enfoque en la agricultura familiar”, explicó.
Para Deusdará es importante dejar claro a los productores que el CAR les permitirá regularizar sus propiedades. “Existen algunos beneficios del Código Forestal que terminarán dentro de un año. Si la propiedad no está registrada, aunque no necesariamente sufrirá una sanción, perderá el crédito financiero en 2017 y perderá algunos de los beneficios que ya figuran en el nuevo código. [El registro] es un instrumento importante para demostrar a los mercados compradores que es posible producir mientras se conserva el medioambiente”, explicó.
Andrea Azevedo, del Instituto de Investigación Ambiental de Amazonia, quien también integra el Observatorio del Código Forestal, dijo que una de las principales preocupaciones de la entidad es la falta de transparencia de los datos del Registro Ambiental Rural. “La falta de transparencia afecta no solo la sociedad, sino también a los propios estados. Hoy solamente el gobierno federal dispone de esos datos y las cifras se presentan sobre una base desfasada. Eso que corregir eso”, dijo.
Para el Cristiano Vilardo de CI-Brasil, “lo que CAR será en el futuro nadie puede predecir, pero sí que se trata una herramienta potencialmente revolucionaria en la que todos confiamos. Sin embargo, si no logramos hacer que tenga la calidad necesaria, puede convertirse en un elefante blanco”, explicó.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Implementación del Código Forestal sigue siendo un reto