El agua en Brasil: de la abundancia a la escasez

El país tiene 12 regiones hidrográficas con diferentes desafíos

Publicado en 27/10/2018 - 14:43 Por Débora Brito - Agencia Brasil Brasilia - Brasilia DF

Garantizar a todos los brasileños el acceso a agua de calidad es uno de los principales desafíos para los próximos gestores del país. Culturalmente el agua es tratada como un bien infinito, este es uno de los recursos naturales que más ha dado señales de que no subsistirá por mucho tiempo a las intervenciones humanas en el medio ambiente y a los cambios del clima.

En varias regiones del país, ya se sienten  diferentes impactos, como escasez, desaparición de nacientes y ríos, aumento de la contaminación del agua. Los expertos advierte que los problemas pueden agudisarse si no se toman medidas urgentes y si la sociedad no cambia su percepción y comportamiento en relación a los recursos naturales.

Brasil tiene 12 regiones hidrográficas que pasan por diferentes desafíos para mantener su disponibilidad y calidad hídrica. El mapeo del Ministerio de Medio Ambiente muestra que, en las cuencas que abarca la Región Norte, el impacto se da principalmente por la expansión de la generación de energía hidroeléctrica. En la Región Centro-Oeste, es la expansión de la frontera agrícola que más desafía la conservación de los recursos hídricos. Las regiones Sur y Nordeste enfrentan déficit hídrico y la Región Sudeste también presenta el problema de la contaminación hídrica.

A nivel global, el desafío es contener el aumento de la temperatura del clima, factor que genera olas de calor y sequía extrema, lo que afecta la disponibilidad de agua. El informe especial del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las Naciones Unidas, divulgado recientemente, muestra que, si la temperatura global sube a más de 1,5 °C, en todo el mundo más de 350 millones de personas estarán expuestas, hasta 2050, a períodos severos de sequía.

Amazônia
Amazônia - Valter Campanato/Agência Brasil

Brasil: el mito de la abundancia

"Las generaciones más antiguas se criaron con el mito del país riquísimo en agua, que agua sería un problema crónico, histórico, sólo en el Nordeste, en el semiárido. Pero, desde 2013, en la primera crisis que tuvimos, el apagón, que en realidad fue un secão (sequía aguda), porque no fue resultado sólo de una cuestión eléctrica, quedó claro que el Sudeste y el Centro-Oeste tienen problemas concretos, intensificados en los últimos dos años, de disponibilidad de agua ", destacó Ricardo Novaes, especialista en Recursos Hídricos del WWF-Brasil.

El investigador explica que la crisis también resulta por la falta de una adecuada gestión del uso del agua, sobre todo en períodos de sequía - tendencia que se debe mantener considerando el bajo índice de precipitación registrado a inicio de esta primavera.

"Tenemos indicativos de riesgo, de que el próximo verano, o quizás el otro año, tengamos nuevamente una situación difícil en Sao Paulo, tal vez en todo el Sudeste. Los depósitos están con niveles abajo de lo que estaban hace dos años, antes de la crisis de 2014 y 2015 ", afirmó.

Después de la grave crisis hídrica de 2015 que afectó la población de São Paulo, los habitantes del Distrito Federal (DF) también pasaron por el primer racionamiento en los últimos 30 años debido a la falta de agua en las principales cuencas que abastecen la región. Por más de un año, los residentes de la capital del país tuvieron que adaptarse a una rotación de días sin agua debido al agotamiento de los depósitos de las principales cuencas que abastecen la ciudad.

En el área rural, el gobierno del DF decretó estado de emergencia agrícola. En ese entonces, se estimó un perjuicio de 31 millones de dólares con la reducción del 70% en la producción de maíz, según un estudio de la Secretaría de Medio Ambiente del DF.

Na comemoração do Dia Nacional do Cerrado o Jardim Botânico de Brasília inaugura o Centro de Excelência do Cerrado (Cerratenses) – local destinado para pesquisas e projetos ambientais (Elza Fiúza/Agência Brasil)
La contribución del Cerrado a las cuencas hidrográficas importantes de Brasil disminuirá mucho, si el proceso de deforestación continúa - Elza Fiúza/Agência Brasil

Cuna de aguas escasas

Los expertos señalan que una de las principales causas de la crisis hídrica es el uso inadecuado del suelo. En el Centro-Oeste, por ejemplo, están concentradas las nacientes de ríos importantes del país, debido a su ubicación en el Planalto Central (es el nombre que se le da a la región plana y central de  Brasil, que abarca los Estados de Goiás, Minas Gerais, Mato Grosso, Tocantins y Mato Grosso do Sul). Conocida como cuna de las aguas, la región tiene vegetación de Cerrado (es un tipo de vegetación brasileña), bioma que ocupa más del 20% del territorio y actualmente es uno de los principales puntos de expansión de la agropecuaria, la cual es una actividad que utiliza cerca del 70% del agua que se consume en el país.

Como consecuencia del avance de la frontera agrícola, el Cerrado ya tiene prácticamente la mitad de su área totalmente devastada. Los efectos de la ausencia de vegetación nativa para proteger el suelo ya se notan, principalmente en la disminución del caudal de los ríos y en la escasez de agua para abastecimiento urbano.

De acuerdo con la coordinadora del programa Cerrado y Caatinga del Instituto Sociedad, Población y Naturaleza (ISPN), Isabel Figueiredo, integrante de la Red Cerrado, la deforestación acelerada está impactando tanto la frecuencia de lluvias, que viene disminuyendo en los últimos cinco años en la región, así como en la capacidad del suelo de absorber y almacenar el agua en el subsuelo y devolverla a los ríos.

"El cambio del uso de la tierra ha alterado en sobremanera el ciclo del agua lo que ocasiona que tengamos menos agua en los ríos, los ríos muy desecados y menor disponibilidad de lluvia. Por tanto, el ciclo del agua está en un pequeño colapso ", afirmó Isabel.

Las proyecciones del Panel Brasileño de Cambio Climático (PBMC) apuntan que en las próximas tres décadas el bioma del Cerrado podrá tener aumento de 1 °C en la temperatura superficial con disminución porcentual entre 10% a 20% de la lluvia.

"La contribución del Cerrado a las cuencas hidrográficas importantes de Brasil, como San Francisco, Tocantins, por ejemplo, disminuirá mucho, si ese proceso de deforestación continúa a ese ritmo", añadió Isabel Figueiredo.

La especialista recuerda que la deforestación del Cerrado no solo afecta a las comunidades locales, que ya relatan dificultades para plantar, sino que  también a otras regiones. "Los biomas y ecosistemas brasileños están todos interconectados. La deforestación del Cerrado afecta la lluvia que cae en São Paulo, la deforestación en la Amazonia afecta la lluvia que cae aquí en el Cerrado ", explicó.

Cabrobó / PE - Presidente da República, Michel Temer, durante cerimônia de Inauguração da 2ª Estação de Bombeamento do Eixo Norte do Projeto de Integração do Rio São Francisco (Beto Barata/PR)
Proyecto de Integración del río São Francisco - Beto Barata/Pr

Un problema de percepción

Genebaldo Freire, doctor en ecología y autor de varios libros sobre educación ambiental, destaca que todos estos problemas sólo se resolverán cuando los gobiernos y la sociedad cambien su percepción sobre la importancia de los recursos naturales para la supervivencia humana.

"Estamos viviendo una falla en la percepción y tenemos algunas evidencias objetivas que comprueban esto: dependemos de agua para todo, pero cuál es nuestro comportamiento. "Desperdicio, consumismo, contaminación y deforestación, y todo esto a un gran ritmo, con una población que crece en 75 millones de personas cada año en el mundo", constata.

Según el profesor, no hay lugar seguro en el planeta y, además de la falta de percepción, hay una absoluta falta de gobernanza en la gestión del agua. También critica la indiferencia e incapacidad de la clase política en el manejo del tema de la educación ambiental.

"La historia de los problemas ambientales pasa por esa falla de percepción por varias razones: conveniencia, ignorancia o apatía. Todo el proceso de educación ambiental hoy tiene que estar obligatoriamente centrado en la ampliación de la percepción, caso contrario no cambiará nada ", evalúa Freire.

Traducción: Fanny Guadalupe -  Edición: Carolina Pimentel / Nira Foster

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