Expansión del pez león trae riesgos a la costa brasileña
Una especie de pez originario de Asia, normalmente cultivado como ornamental, está trayendo riesgos a la costa brasileña. Invasor y venenoso, el pez león ha llegado al océano Atlántico desde el Caribe y, al no haber depredadores naturales, su presencia se está expandiendo.
Ya había decenas de registros de la especie en el archipiélago Fernando de Noronha, por ejemplo. En mayo de este año, el pez león fue registrado por primera vez en Maranhão durante una expedición destinada a estudiar una especie en peligro de extinción. Se encontraron tres ejemplares más, de medio metro de longitud. Por primera vez, se lo registró a una profundidad de unos 70 metros.
También en mayo, el Observatorio Costero y Marino del estado de Ceará analizó el crecimiento de la especie y recomendó medidas preventivas a los departamentos municipales. Allí ya se han registrado más de 40 animales, con tamaños de entre 14 y 15 cm, todos jóvenes y encontrados en lugares poco profundos, como trampas de pesca fijadas en el suelo.
Todavía no está estimada la población de pez león en las aguas marinas brasileñas, pero los nuevos registros prueban su expansión territorial, dice Leonardo Messias, coordinador del Centro de Investigación y Conservación de la Biodiversidad Marina en el Nordeste, vinculado al Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio). Según Messias, las experiencias registradas en el Caribe para contener la especie se restringen a la pesca del animal.
La hembra puede producir hasta 30 mil huevos.
El pez león tiene 18 espinas venenosas. Su toxina no es letal, pero puede causar un dolor intenso, náuseas e hinchazón en el lugar. Según los investigadores del Observatorio Costero y Marino de Ceará, la especie hasta ahora no representa un peligro para los bañistas. El 70% de los accidentes registrados en el Caribe estaban relacionados con su pesca.
Sin embargo, la especie es depredadora de otros peces e invertebrados marinos. Compite con otros peces carnívoros autóctonos y puede causar daños ambientales y socioeconómicos, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente de Ceará.