Informe muestra aumento de casos de intolerancia religiosa en Brasil
El II Informe sobre Intolerancia Religiosa: Brasil, América Latina y el Caribe, publicación organizada por el Centro de Articulación de Poblaciones Marginadas y por el Observatorio de Libertades Religiosas, con el apoyo de la oficina brasileña de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), muestra un aumento de los casos de intolerancia religiosa en el país.
Según datos del portal Disque 100, del anterior Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, se registraron 477 casos de intolerancia religiosa en 2019, otros 353 casos en 2020 y 966 casos en 2021.
“Se observa que el año 2020 registró el menor número de casos de intolerancia religiosa entre los años analizados en el informe. Como hipótesis de este descenso de casos, cabe señalar que el año 2020 estuvo marcado por la consolidación de la pandemia de covid-19, hecho que impuso una serie de medidas restrictivas a la circulación y sociabilidad, las cuales pueden haber contribuido a un menor número de casos de intolerancia religiosa en este período”, dice el informe.
Matriz africana
Los datos indican que las religiones de origen africano, aún siendo una minoría religiosa, son las más afectadas por la intolerancia. En 2020 se denunciaron 86 casos de intolerancia religiosa contra estas religiones; en 2021, fueron 244 casos.
Según el informe, los estados de la Región Sudeste, los más poblados, se destacan como los que presentan el mayor número de casos de intolerancia, a diferencia de las regiones Norte y Centro-Oeste, que presentan el menor número.
Denuncias indefinidas
“También cabe destacar la gran cantidad de denuncias de intolerancia religiosa catalogadas como indefinidas, con 103 casos registrados en 2020 y 234 en 2021. Esta categoría de datos no aclara a qué creencia religiosa pertenece la víctima, lo que limita la interpretación de los datos y muestra la necesidad de mejorar el canal de denuncias Disque 100”, afirma el estudio.
En un artículo publicado en el informe, Ivanir dos Santos, líder en el candomblé y profesor de Historia Comparada en la Universidad Federal de Río de Janeiro, y Mariana Gino, profesora de Derecho en la Universidad Cândido Mendes, afirman que estos casos de violaciones de derechos humanos vienen creciendo “a un ritmo aterrador” en Brasil, América Latina y el Caribe.
“La intolerancia religiosa y el racismo están arraigados en las relaciones sociales, culturales, políticas y económicas cotidianas. Se viene presentando como uno de nuestros mayores desafíos contemporáneos frente a las posibilidades de promoción y fortalecimiento de la tolerancia y la equidad religiosa. Como podemos ver claramente, a través de relatos y hechos históricos, somos educados bajo conceptos coloniales que imposibilitan cualquier construcción encaminada a la diversidad y la tolerancia”, escriben los investigadores.
El estudio fue divulgado en el ámbito del Día Nacional de Lucha contra la Intolerancia Religiosa, el 21 de enero. La fecha fue instituida en Brasil por ley federal en 2007, tras la muerte de Gildásia dos Santos y Santos, sacerdotisa conocida como Madre Gilda. Su casa y patio de candomblé fueron invadidos por un grupo de otra religión. Después de persecución y agresiones verbales, Madre Gilda murió de un infarto fulminante.