Brasil restablece Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva restableció el martes (28) el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA, por sus siglas en portugués), que había sido desactivado a principios del gobierno anterior, en 2019.
Servirá como órgano consultivo del presidente y espacio institucional de participación y control social en la creación, seguimiento y evaluación de las políticas públicas de seguridad alimentaria y nutricional y de lucha contra el hambre.
"Combatir el hambre no es una broma. Si producimos demasiados alimentos en este país y la gente tiene hambre, eso significa que alguien está comiendo más de lo que debería y los demás tienen poco para comer. Significa que estamos desperdiciando comida en algún punto entre la producción y el consumo. Significa que algo va mal, y lo peor es que la gente no tiene dinero para comprar algo de comer", dijo el mandatario durante una ceremonia en el palacio presidencial de Planalto.
La titular del Consejo, Elisabetta Recine, reincorporada oficialmente a su cargo ese mismo martes, defendió nuevas políticas para combatir el hambre, la pobreza, la obesidad y la crisis climática, generando ingresos y empleos para el pueblo, aumentando el salario mínimo y garantizando tierras para un desarrollo humano más igualitario en Brasil.
Además, Lula informó que pidió al Ministerio de Desarrollo Agropecuario discutir programas para impulsar la producción de alimentos y el retorno de la política de precios mínimos para evitar pérdidas a los trabajadores del campo.
Se prevé que los miembros del Consejo comiencen su trabajo esta semana. Entre sus primeras acciones está la celebración de una conferencia, que debería programarse para algún momento de este año.
Recine se comprometió a prestar especial atención a la situación de los indígenas yanomami, y a que su equipo se encargue de los esfuerzos en curso y ayude a encontrar respuestas a su difícil situación.
La minería ilegal en el territorio yanomami, en el estado de Roraima, ha provocado una crisis humanitaria en la región, la cual se hace notar por el delicado estado de salud de niños y ancianos, quienes sufren desnutrición y otras enfermedades prevenibles.