Con más control e inspección, extracción de oro cae el 84% en Brasil
La lucha contra la minería y el comercio ilegales en Brasil ha provocado una caída del 84% en la producción de oro registrada en las minas del país. Según el Instituto Escolhas, la disminución de la producción está relacionada con las medidas de control adoptadas por el gobierno brasileño en 2023.
Entre tales medidas está el uso obligatorio de facturas electrónicas para la comercialización de oro en las minas. “Hasta entonces, las facturas eran en papel, rellenadas a mano, abriendo espacio al fraude y dificultando el control por parte de las autoridades”, dice el estudio.
Otra medida significativa para este resultado inmediato en el mercado fue el fin de las transacciones de oro en garimpos “basadas en la buena fe de los implicados”. Así lo muestra un estudio publicado esta semana por el instituto. “Prueba de ello es que, en 2022, las minas registraron una producción de 31 toneladas de oro. En 2023, tras los cambios, el volumen cayó a 17 toneladas, un descenso del 45%”, señala el documento. La reducción de 14 toneladas de oro equivale a R$ 4.300 millones. En 2024, el descenso ya es aún más pronunciado. Entre enero y julio, el volumen de oro extraído fue un 84% menor que en el mismo período de 2022.
El estudio también muestra que más del 70% de esta caída en la producción ocurrió en las minas de Pará. Fueron 10 toneladas menos de oro producidas entre 2022 y 2023 en el estado. “Entre enero y julio de 2024, la caída de la producción minera en el estado ya es del 98% en comparación con el mismo período de 2022”, dice el instituto.
La investigación informa que, según los registros oficiales, en 2022 Brasil exportaba más oro del que producía, cerca de 7 toneladas más en promedio. “Esta cifra es un indicio de ilegalidad en el mercado, ya que apunta a volúmenes de oro que posiblemente no estaban registrados en la producción oficial, pero que han llegado a los mercados extranjeros en los últimos años.” En 2023, la producción brasileña de oro registró un excedente de 8 toneladas respecto a las exportaciones. “Esto puede indicar que el excedente se vendió a través de canales distintos de las exportaciones oficiales”, agrega el estudio.
Exportaciones
Ante este escenario más controlado, las exportaciones de oro cayeron un 29% en 2023; y un 35% entre enero y julio de 2024 en comparación con el mismo período de 2022. Los estados que registraron el mayor descenso en 2023 fueron São Paulo, “que no produce oro, pero envía el metal de las minas de la Amazonia” y Mato Grosso, donde predomina la minería.
En cuanto a los destinos, el instituto llama la atención sobre la caída de las exportaciones a India, Emiratos Árabes Unidos y Bélgica. En conjunto, estos países dejaron de comprar 18 toneladas de oro, principalmente de São Paulo, Mato Grosso, Río de Janeiro y el Distrito Federal.
Puertas cerradas al oro ilegal
“El mercado del oro entró en estado de shock. La producción oficialmente registrada y las exportaciones cayeron significativamente, incluso en un contexto de precios muy altos, que habrían tendido a aumentar estas cifras”, detalla el estudio. Este movimiento demuestra que “se ha cerrado una puerta importante al oro ilegal”, aumentando los costes y los riesgos de las operaciones ilícitas de un oro que antes se calentaba y exportaba fácilmente como legal.
Según la directora de Investigación del Instituto Escolhas, Larissa Rodrigues, siempre que se aplican medidas de control legal, se produce naturalmente un aumento de los costes para quienes producen o comercializan oro ilegalmente, incluso en el extranjero. “Y al aumentar el costo de la actividad ilícita, sofocamos el mercado ilegal”, dijo Rodrigues.
Estas medidas son sólo el comienzo de un programa que pretende promover una transformación completa del sector. “Combatir la extracción ilegal debe ser una prioridad, porque causa enormes daños ambientales y sociales difíciles de revertir”, explica la directora.
Historia
La expansión de la minería en la Amazonía brasileña se cuadruplicó entre 2010 y 2020, según un dossier de la Alianza en Defensa de los Territorios, organización creada en 2021 por pueblos indígenas. A principios de 2023, los daños causados por la minería ilegal adquirieron mayor visibilidad debido a los problemas relacionados con la crisis humanitaria en la Tierra Indígena Yanomami, en Roraima. Sin embargo, instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales ya venían alertando sobre el escenario en los últimos años.