Assange de WikiLeaks se acerca a la extradición a EE. UU.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, estuvo un paso más cerca este viernes (10) de enfrentar cargos criminales en los Estados Unidos por violar las leyes de espionaje y conspirar para piratear computadoras del gobierno, luego de que el gobierno de los Estados Unidos ganara una apelación para su extradición en un tribunal inglés.
Funcionarios estadounidenses han acusado al australiano de 50 años de 18 cargos relacionados con la divulgación de WikiLeaks de grandes cantidades de registros militares clasificados y cables diplomáticos estadounidenses que, según el país, han puesto en peligro vidas.
Los partidarios de Assange lo retratan como un héroe anti-sistema, victimizado por Estados Unidos por exponer los errores del país en Afganistán e Irak.
Estados Unidos ganó una apelación contra el veredicto de un juez de Londres de que Assange no debería ser extraditado porque probablemente se suicidaría en una prisión estadounidense.
El juez Timothy Holroyde dijo que estaba satisfecho con una serie de garantías dadas por Estados Unidos sobre las condiciones de detención de Assange, incluida la promesa de no mantenerlo en la prisión de máxima seguridad de Colorado y que será trasladado a Australia para cumplir su condena. .
Pero hay otros obstáculos que superar antes de que Assange pueda ser enviado a Estados Unidos: el embrollo legal probablemente llegará a la Corte Suprema, la última corte de apelaciones.
La prometida de Assange, Stella Moris, dijo que el equipo legal que lo representa apelará la decisión.
"¿Cómo puede ser justo, cómo puede ser correcto, cómo es posible extraditar a Julian al mismo país que conspiró para matarlo?", Preguntó. "Apelaremos esta decisión lo antes posible".
Holroyde dijo que el caso ahora debe ser remitido al Tribunal de Magistrados de Westminster y que los principales jueces lo enviarán al gobierno británico para decidir si Assange debe ser extraditado.
Assange, quien niega haber actuado mal, no estuvo en la corte. Permanece en la prisión de alta seguridad de Londres en Belmarsh, donde ha estado durante más de dos años y medio.
Los fiscales estadounidenses y los funcionarios de seguridad occidentales lo ven como un enemigo irresponsable y peligroso del estado, cuyas acciones han puesto en peligro la vida de los agentes nombrados en el material filtrado.
Sus admiradores lo elogian como un héroe, quien expuso lo que describen como el abuso de poder por parte de los estados modernos y por defender la libertad de expresión.
Texto traducido mediante inteligencia artificial.