Brasil registra un millón de incendios forestales en 5 años
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), que monitorea información satelital sobre cobertura vegetal, deforestación e incendios, Brasil registró 1 millón de focos de incendios entre 2020 y 2024. El año con mayor cantidad de registros fue 2024, debido a una sequía excepcional, considerada la peor de los últimos 74 años, según el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA). Sin embargo, un mayor número de focos no implica necesariamente una mayor superficie quemada.
La mayoría de los incendios se concentraron en cinco estados de la región conocida como Amazonia Legal. En estos cinco años, se registraron 628.365 focos distribuidos de la siguiente manera: Pará (200.685), Mato Grosso (171.534), Amazonas (97.885), Maranhão (97.124) y Tocantins (61.137). Estas áreas coinciden con regiones de expansión agrícola, principalmente dedicadas al cultivo de soja y la creación de pastos, así como zonas marcadas por el acaparamiento de tierras y la minería. Entre 2023 y 2024, todos estos estados experimentaron un incremento en el número de incendios, destacándose Mato Grosso con un aumento del 130% y Tocantins con un incremento del 78%.
Una novedad en 2024 fue el aumento de incendios en áreas no registradas como propiedades rurales en el Registro Ambiental Rural (CAR, por sus siglas en portugués). Entre 2020 y 2023, este tipo de áreas representaba aproximadamente el 20% de los focos registrados en los cinco estados con más incidentes durante los meses críticos (agosto y septiembre). En 2024, este porcentaje subió al 29,2%. Asimismo, se observó un incremento en la participación de las grandes propiedades rurales, que pasaron de un promedio del 35% al 40% de los registros de incendios en 2024.
Política nacional
El incremento de los incendios ha impulsado una respuesta más rápida por parte del Gobierno. A nivel federal, se finalizó la Política Nacional Integrada de Gestión de Incendios, que comenzará a aplicarse en 2025. Según el MMA, esta política coordinará las acciones del gobierno federal, los estados, los municipios, la sociedad civil y las organizaciones privadas, garantizando una respuesta más eficiente ante los incendios. La iniciativa fue desarrollada en julio de 2024, en plena crisis, cuando la sequía afectó gravemente la región del Pantanal.
El ministerio informó que se destinarán R$ 280 millones del Fondo Amazonia para combatir los incendios en los estados, además de R$ 650 millones del presupuesto federal. El objetivo es evitar que se repita un año crítico como 2024, cuando se alcanzaron niveles de incendios que no se veían desde 2010.
En São Paulo, la respuesta se centra en la gestión de áreas de conservación y en el monitoreo de focos de incendio. Aunque el estado registró el mayor aumento proporcional de incendios en el país (un 422%, con 8.712 incendios en 2024), el impacto sobre la superficie quemada en áreas de conservación fue limitado, con un aumento inferior al 2%. Los incendios se concentraron mayoritariamente en propiedades rurales, especialmente en plantaciones de caña de azúcar.
Rodrigo Levkovicz, director ejecutivo de la Fundación Forestal, lidera la gestión de áreas de conservación en el estado de São Paulo y supervisa todo el ciclo de preparación y combate contra los incendios, incluidas las operaciones en campo. Levkovicz coincide con la evaluación del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA), que atribuye el aumento de los incendios a condiciones meteorológicas cada vez más extremas.
Habiendo participado en las últimas rondas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP), Levkovicz advierte sobre un posible agravamiento de los efectos climáticos, destacando la importancia de una planificación y preparación más sólidas. "No tiene sentido que tengamos una buena respuesta este año y pensemos que será igual en 2030. Tendremos que planificar año a año, mejorar la [calidad y rapidez] de las respuestas y fortalecer la acción conjunta con los municipios, el gobierno federal y las organizaciones civiles", afirmó.
El gobierno de Maranhão dijo en un comunicado que había consolidado un Plan de Acción para los años 2024 a 2027, además de haber "reforzado la vigilancia de las áreas degradadas, intensificado las inspecciones ambientales e implementado la investigación de las infracciones". También destacó el Programa Floresta Viva-MA, destinado a la preservación de los bosques, la recuperación de áreas degradadas y la valorización de los servicios ecosistémicos. Con seis ejes principales, el programa incentiva prácticas sostenibles de productores rurales, comunidades tradicionales y otras poblaciones estratégicas, promoviendo la conservación para las generaciones actuales y futuras. El estado ha tenido 97.000 brotes registrados desde 2020, pero no ha habido un aumento considerable desde 2022, cuando alcanzó los 20.000 brotes.
Por su parte, el gobierno de Mato Grosso señaló que ha aplicado R$ 205,6 millones en multas por el uso indebido del fuego. Según un comunicado oficial, más de 20 personas fueron detenidas y 112 procesadas por la Policía Civil por causar incendios. El estado también enfrentó la peor sequía de los últimos 44 años, lo que acumuló materia orgánica seca y facilitó la combustión. Entre 2020 y 2024, Mato Grosso registró más de 170.000 incendios, de los cuales 50.000 ocurrieron solo en 2024.
