Condenan a Cargill por contribuir con una red de trabajo infantil
La empresa Cargill, una de las mayores exportadoras de commodities, fue condenada en primera instancia en Brasil por mantener como proveedores de cacao a productores rurales que practicaban trabajo infantil y trabajo análogo al de esclavo.
Según informaciones del Ministerio Público del Trabajo (MPT), como indemnización, la empresa tendrá que pagar R$ 600.000 en concepto de daño moral colectivo y adoptar medidas como la formalización de contratos con todos los productores y proveedores del fruto, que es la principal materia prima utilizada para fabricar los chocolates y la manteca de cacao que comercializa. En total, son seis las obligaciones impuestas a la empresa.
Para los cuatro fiscales encargados del caso, la industria del cacao se caracteriza por la codicia y explota a sus trabajadores en nombre del beneficio. La Justicia del Trabajo también ordenó a Cargill que ayude a controlar este tipo de delitos en su segmento. Además, la empresa tendrá que mantener una campaña publicitaria para combatir la esclavitud y el trabajo infantil durante al menos tres años, y podría ser multada con R$ 10.000 si incumple las órdenes.
La juez Naiara Lage Pereira, que juzgó el caso, argumentó que no hay duda sobre la perpetración de actividades ilegales en las haciendas de Bahía y Pará, así como de la asociación entre los proveedores implicados y Cargill. En opinión del magistrado, "al favorecer la contratación a través de intermediarios, la demandada [Cargill] está fomentando cada vez más el llamado sistema de subcontratación material, dando margen para aumentar la precariedad de las relaciones laborales."
En respuesta a preguntas de Agência Brasil sobre la condena, Cargill dijo que no podía comentar los detalles del caso y explicó que "no tolera la trata de personas, el trabajo forzoso o infantil en sus operaciones o cadena de suministro" y que busca anticiparse a "problemas potenciales" mientras "trabaja activamente para proteger los derechos humanos".
"Apoyamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas (ONU) para promover el trabajo decente para todos, incluido el objetivo de eliminar el trabajo infantil. En Brasil, todos los proveedores son cotejados con las listas de embargos gubernamentales y, si se identifican violaciones, tomamos medidas inmediatas para suspender al proveedor", escribió.
La empresa también respondió que, en los más de 56 años que lleva presente en Brasil, ha demostrado su compromiso de observar y cumplir todas las leyes vigentes y aplicables a su actividad en el país: "Nos tomamos en serio este compromiso y exigimos que nuestros proveedores y socios se unan a nosotros para dar prioridad a la seguridad, el bienestar y la dignidad de las personas."