Corte Suprema decide mantener suspensión de plataforma X en Brasil
La 1.ª Sala del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) votó este lunes (2) a favor de mantener la suspensión de la red social X, anteriormente conocida como Twitter. Los jueces Cristiano Zanin y Flávio Dino respaldaron plenamente el voto del relator, Alexandre de Moraes, confirmando la decisión.
Cármen Lúcia y Luiz Fux fueron los últimos en emitir su voto en la sesión virtual. Lúcia apoyó la suspensión de la plataforma, argumentando que el reiterado y deliberado incumplimiento de la legislación brasileña requiere una respuesta judicial firme.
“El Poder Judicial es una institución soberana encargada de preservar el orden jurídico adoptado; sus decisiones deben ser respetadas y acatadas. Cualquier cuestionamiento debe seguir los procedimientos legales, no depender de los caprichos de individuos, sean nacionales o extranjeros”, afirmó la jueza en su voto.
Reservas
Luiz Fux también apoyó la decisión del relator, pero con algunas reservas. Señaló que la medida no debería afectar indiscriminadamente a personas o empresas que no están involucradas en el proceso.
El voto de Zanin fue crucial para consolidar la mayoría en el panel. El magistrado enfatizó que la plataforma fue suspendida debido al incumplimiento reiterado de las órdenes judiciales. “El incumplimiento sistemático de las decisiones del STF es una falta grave para cualquier ciudadano o entidad. Nadie puede pretender operar en Brasil sin respetar las leyes y la Constitución”, subrayó Zanin, agregando que tanto la suspensión temporal de la plataforma como la prohibición de utilizar otros medios tecnológicos para acceder a ella, como las VPNs, están respaldadas legalmente.
El juez Flávio Dino, quien votó previamente con el relator Alexandre de Moraes, argumentó que la suspensión de la plataforma estaba respaldada por el principio de soberanía nacional. “El marco legal de nuestra nación rechaza cualquier imposición extranjera, y son los tribunales brasileños, con el STF a la cabeza, quienes interpretan las leyes vigentes”, declaró Dino.
Voto del relator
Al presentar el caso ante la 1.ª Sala del STF, Alexandre de Moraes subrayó que el Marco Civil de Internet de Brasil establece la responsabilidad civil de los proveedores de servicios de Internet por daños causados por contenidos ilegales.
Recordó que las empresas extranjeras solo pueden operar en Brasil si tienen un representante legal en el país, requisito que X no cumplía.
“La gravedad de la ilegalidad es aún mayor, ya que, incluso cuando fue debidamente notificada para bloquear perfiles que difundían contenidos criminales, la plataforma desobedeció las órdenes judiciales y, de manera delictiva, continuó propagando mensajes incitando al odio contra esta Corte Suprema”, apuntó Moraes.
El magistrato acusó a Elon Musk, propietario de la plataforma, de confundir la libertad de expresión con la libertad de agresión y la censura con la prohibición constitucional de incitar al odio y al golpe de Estado. Según Moraes, la red social ha sido utilizada para fomentar ataques contra la democracia, como los ocurridos el 8 de enero de 2023 en Brasil.
Musk ha lanzado una campaña en contra de Moraes y las autoridades brasileñas, alegando que las acciones judiciales en su contra son censura. Analistas consideran que esta estrategia busca limitar las investigaciones sobre los eventos del 8 de enero, cuando seguidores del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron las sedes del poder en Brasilia, llamando a un golpe militar.
El empresario está siendo investigado por el STF en el marco de la pesquisa sobre las milicias digitales, que indaga en las actividades de grupos organizados en redes sociales para atacar al tribunal, sus miembros y las elecciones brasileñas de 2022.
En Brasil, la libertad de expresión tiene límites legales. La legislación prohíbe, entre otras cosas, la defensa de ideologías nazis o racistas, la incitación a golpes de Estado, la promoción de la animosidad entre las Fuerzas Armadas y otras instituciones, la apología del crimen y las amenazas contra personas.
