Los síndromes respiratorios al nivel más bajo de la pandemia en Brasil
La curva de casos de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) sigue descendiendo y se acerca al nivel registrado en abril de 2022, el más bajo desde el inicio de la propagación del covid-19 en Brasil, en el primer semestre de 2020.
Proporciona la información el nuevo Boletín InfoGripe, publicado ayer (24) por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) con datos hasta el 20 de agosto.
Entre las 27 unidades de la federación, solo los estados de Acre y Roraima muestran una tendencia al alza en los casos de SRAS en el análisis de las últimas seis semanas, mientras que el Distrito Federal, Espírito Santo y Paraná indican estabilidad en la incidencia del síndrome. En los otros 22 estados, el movimiento es a la baja.
Sin embargo, cuando el análisis se enfoca solo en las últimas tres semanas, hay más unidades de la federación con una tendencia al alza, especialmente Ceará, Paraíba y São Paulo.
La Fiocruz destaca que, aunque el escenario es positivo en general, recientemente ha habido un aumento en el número de casos en el grupo de edad de 5 a 11 años en la mayor parte del país. Números preliminares muestran que, en algunos estados de las regiones Centro-Oeste y Sur, hay un predominio de resultados positivos para rinovirus, lo que indica la reanudación de los virus respiratorios habituales.
Para el coordinador de InfoGripe, Marcelo Gomes, aunque estos virus son menos preocupantes que el nuevo coronavirus, aún se necesita precaución. “Este escenario refuerza la importancia de los cuidados mínimos, como la buena ventilación de las aulas y el respeto al aislamiento de los niños con síntomas de infección respiratoria para el adecuado tratamiento y preservación de la salud de la familia escolar.”
La eficacia de las vacunas
El boletín también refuerza que las dosis de refuerzo continúan produciendo protección adicional en la población, especialmente en los ancianos.
Según el estudio, la incidencia del SRAS causado por el covid-19 en la población no vacunada es de 17 casos por cada 100 mil habitantes entre los de 60 a 69 años. Esta proporción desciende a 13 casos por 100 mil habitantes entre los que fueron vacunados pero no tomaron dosis de refuerzo, y llega a 7 casos por 100 mil entre los que tomaron al menos la primera dosis de refuerzo.
En el grupo de edad de 70 a 79 años, la población que no ha sido vacunada tiene una incidencia de 44 casos por 100 mil habitantes, mientras que la proporción es de 19 casos por 100 mil habitantes entre los que han tomado al menos la primera dosis de refuerzo.
