Identificado el cannabidiol en una planta nativa brasileña
Investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) identificaron la presencia de cannabidiol (CBD) en los frutos y flores de una especie nativa brasileña, la Trema micrantha Blume. El hallazgo plantea la posibilidad del uso legal de la sustancia con fines medicinales, ya que la normativa vigente en el país prohíbe plantar y utilizar plantas a partir de las cuales se puedan producir drogas alucinógenas. La especie brasileña, a diferencia del Cannabis sativa (nombre científico de la marihuana), no tiene entre sus componentes químicos el tetrahidrocannabinol (THC), de efecto psicoactivo.
El cannabis tiene uso medicinal e industrial autorizado en países como Estados Unidos, Canadá y Portugal, pero en Brasil el Parlamento sigue debatiendo la permisión de cultivo de la planta. Demandas judiciales y medidas cautelares vienen garantizando el cultivo de cannabis o la importación de cannabidiol en casos aislados. El año pasado, una resolución del Consejo Federal de Medicina determinó que los médicos sólo pueden prescribir CBD para el tratamiento de epilepsias en la infancia y la adolescencia. La medida incluye específicamente el síndrome de Dravet, el síndrome de Lennox-Gastaut y la esclerosis tuberosa.
Obstáculos jurídicos
El profesor del Instituto de Biología de la UFRJ y coordinador de la investigación, Rodrigo Soares Moura Neto, explica que la planta autóctona brasileña podría escapar a las barreras legales impuestas hoy al cannabis.
"Cuando uno vende cannabidiol, la Anvisa [Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria] impone una restricción a la fórmula, que sólo puede tener un 0,2% de THC. En el caso de la planta brasileña, esto no sería un problema, porque ella no contiene THC. Tampoco habría ninguna restricción legal para su plantación, porque se la puede plantar a gusto. De hecho, ya está presente en todo Brasil. Sería una fuente más fácil y barata de obtener cannabidiol", dijo.
La Trema micrantha Blume suele utilizarse en procesos de reforestación, debido a su rápido crecimiento. Sus hojas también son conocidas popularmente como analgésicos para tratar erupciones cutáneas. Científicos extranjeros ya habían descubierto el cannabidiol en una planta de la misma familia, la Trema orientale Blume, que no es nativa de Brasil. El estudio de la UFRJ utilizó esta referencia al inicio de las investigaciones.
Los R$ 500 mil en recursos fueron obtenidos a través de la Fundación Carlos Chagas Filho de Apoyo a la Investigación de Río de Janeiro, vinculada a la secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno del estado.
En la fase actual, unos 10 investigadores – entre químicos, biólogos, genetistas y botánicos – están trazando los métodos más eficaces de análisis y extracción del cannabidiol de la planta. En seis meses se espera el final de la primera fase y el inicio de los procesos in vitro, cuando se analizará si el componente tiene la misma actividad que el cannabidiol extraído del Cannabis sativa.
Los científicos vienen señalando los beneficios del cannabidiol en el alivio del dolor neuropático, en tratamientos de trastornos psiquiátricos y neurodegenerativos, y como analgésico coadyuvante en casos de cáncer en estadios avanzados.
Según el biólogo Rodrigo Moura Neto, el objetivo final de la investigación con la planta brasileña es extender estos beneficios a todos aquellos que necesiten un tratamiento con la sustancia.
"Si se tiene una gran capacidad de producción, se puede llegar a la red pública. Nosotros, que trabajamos con la investigación científica, siempre queremos extender sus beneficios a todos. Y la sanidad pública sería el camino. Es un objetivo grandioso que nos estimula a trabajar y poner esta sustancia al alcance de todos. Es algo ambicioso, pero me entusiasma esta posibilidad."