La energía eólica fue la principal contribuidora, con la incorporación de 140 unidades el año pasado, generando un aumento de 4.919 MW, que representa el 47,65% del crecimiento total.
La energía solar superó a la eólica y alcanzó el segundo lugar en la matriz eléctrica brasileña. Del total de la potencia instalada en el país, el 14,3% proviene de la energía solar, solo por detrás de la hidroeléctrica (51%).
El creciente encarecimiento de la factura eléctrica y la reducción de los costes de instalación de placas fotovoltaicas explican el crecimiento de este tipo de energía en el país.
Según el ministro brasileño de Minas y Energía, Bento Albuquerque, en la actualidad las fuentes fotovoltaicas corresponden al 7,7% de la electricidad generada en Brasil.
Cuatro de los récords fueron de generación eólica media y cuatro de generación eólica instantánea (cuando los vientos permiten una producción máxima), además de dos respectos a producción de energía solar.