G20 Social promueve alianza global de víctimas del clima
Víctimas de la crisis climática de distintas partes del mundo se reunirán en Brasil durante el G20 Social para avanzar en la creación de un movimiento internacional. Su objetivo es consolidar una organización que intervenga en debates cruciales, como la protección de los derechos de las poblaciones vulnerables y la necesidad de una transición energética justa, explicó Sônia Mara Maranho, miembro del Movimiento de Afectados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués), en una entrevista con Agência Brasil.
El G20 Social, que se celebrará del 14 al 16 de noviembre en Río de Janeiro, es una nueva iniciativa del gobierno brasileño. Esta es la primera vez que Brasil preside el G20 desde la creación del formato actual, que agrupa a las 19 principales economías del mundo, además de la Unión Europea y, más recientemente, la Unión Africana. Anteriormente, la sociedad civil se reunía en eventos paralelos a la agenda oficial, pero con el G20 Social, estas actividades se integran en el programa oficial diseñado por Brasil.
Gran parte de las actividades del G20 Social están propuestas y organizadas por diversas organizaciones. El MAB, en colaboración con otras entidades, coordina dos eventos el 14 de noviembre: uno sobre la “Transición Energética Justa, Soberana y Popular para el Desarrollo Sostenible de la Humanidad” y otro titulado “Crisis Climática: Retos para las Poblaciones Afectadas y Acceso a Políticas Públicas”.
Al finalizar el G20 Social, se presentará un documento de síntesis que será entregado a los gobiernos de las naciones participantes durante la Cumbre de Líderes del G20 los días 18 y 19 de noviembre, al cierre de la presidencia brasileña, que será sucedida por Sudáfrica.
Sônia Maranho destacó que las actividades lideradas por el MAB también se consideran una preparación para la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que reunirá a líderes mundiales en Belém en 2025, y para un encuentro internacional de afectados que se realizará días antes.
En su entrevista, Maranho subrayó la relevancia de las luchas populares, recordando la movilización frente a los desastres de las represas de Samarco y Vale en Minas Gerais, en 2015 y 2019 respectivamente, que causaron numerosas muertes y graves daños ambientales. También mencionó la reciente aprobación de la Política Nacional de Derechos de las Personas Afectadas por Represas (PNAB), que incorpora demandas populares.
Además, expresó su preocupación por las violaciones de derechos en los nuevos proyectos mineros, como la extracción de litio, considerado clave para la transición energética. Según Maranho, el mineral se extrae sin responsabilidad social ni atención a los afectados. “Es necesario escuchar a las comunidades”, insistió. “Los afectados no se oponen al desarrollo, pero las decisiones están centralizadas y los recursos naturales se han convertido en mercancías. ¿Cómo podríamos pensar en una transición energética justa en estas condiciones?”