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Derechos Humanos

Indígenas abogan por demarcación para reducir daños climáticos

La reivindicación partió del G9, un grupo de comunidades amazónicas
Letycia Bond - Reportera de Agência Brasil
Publicado en 05/11/2024 - 15:29
São Paulo
Plenária de abertura da 16ª Cúpula das Nações Unidas sobre Biodiversidade (COP16), em Yumbo, Colômbia
21/10/2024
REUTERS/Luisa Gonzalez
© Reuters/Luisa Gonzalez/Proibida reprodução

El G9, un grupo de representantes de comunidades indígenas de los nueve países amazónicos, solicita que la demarcación de territorios indígenas sea incluida en el informe final de la COP29 como una medida clave para mitigar el cambio climático. Este evento, que se celebrará del 11 al 22 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán, subraya la relevancia de garantizar la titulación de tierras indígenas en Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, Guyana, Surinam y Guayana Francesa. El G9 fue creado durante la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad (COP16) para dar voz a las demandas y perspectivas de los pueblos indígenas sobre temas ambientales críticos.

El coordinador general de las Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña (COIAB), Toya Manchineri, subrayó la necesidad de implementar un programa transfronterizo para abordar la complejidad de esta tarea. En entrevista con Agência Brasil, Manchineri, quien también forma parte del Comité Indígena sobre el Cambio Climático (CIMC), reafirmó que el G9 fue creado como una plataforma para recoger y dar voz a las perspectivas indígenas sobre el clima.

Demarcación territorial

Originaria del pueblo manchineri, en el estado brasileño de Acre, Toya Manchineri recordó que en la COP16, durante un encuentro con legisladores de Alemania, Noruega y Dinamarca, los países del G9 discutieron la urgencia de proteger las fronteras amazónicas. “En el Valle del Javari, por ejemplo, se cometen delitos en el lado brasileño, y los responsables cruzan fácilmente al otro lado, fuera del alcance de las autoridades brasileñas. No solo necesitamos programas de control, sino también una colaboración entre países para frenar estas actividades ilegales”, comentó, refiriéndose a problemas como la caza y pesca furtivas, la explotación de petróleo y el tráfico internacional de drogas.

La formación del G9 comenzó hace aproximadamente un año y requirió resolver diferencias entre los países miembros, cuyas etapas de demarcación de territorios indígenas varían significativamente. Manchineri resaltó el caso de Surinam, que se independizó de Holanda en 1975 y aún no cuenta con protecciones constitucionales para los derechos territoriales de los pueblos indígenas, quienes representan el 2% de la población, el doble que la población blanca.

Expectativas para la COP30

Las organizaciones indígenas ya han hecho públicas sus demandas para la COP30, que se llevará a cabo en Belém, en la Amazonia brasileña, en 2025. Ocho de estas organizaciones, incluidas la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) y la COIAB, emitieron una carta titulada “Somos la respuesta”, en la que exigen la copresidencia de la COP30. Argumentan que, al dar mayor protagonismo a los pueblos indígenas, estos pueden aportar su valioso conocimiento ancestral en la conservación del medio ambiente.

“La COP30 se celebrará en nuestro territorio. No aceptaremos debates sin la debida consulta y participación de nuestras voces y representantes”, señalan en la carta. “No toleraremos más proyectos de petróleo, gas o cualquier otra explotación destructiva en la Amazonia brasileña, en nuestros territorios y ecosistemas. No puede haber conservación de la biodiversidad ni territorios indígenas seguros en un planeta en crisis climática”, concluye el documento.