Empresas brasileñas amplían cooperación nuclear con Rusia

La alianza comercial de Brasil con empresas rusas en el área nuclear ofrece perspectivas prometedoras. Según Jair Mengatti, director de producción del Instituto de Investigaciones Energéticas Y Nucleares (IPEN, por sus siglas en portugués), principal productor de radiofármacos en Brasil), el comercio entre los dos países ha permitido al gobierno brasileño reducir a la mitad sus gastos con insumos que ayudan a diagnosticar y tratar varios tipos de cáncer.

“Hasta el final del año pasado, nuestro proveedor de yodo-131, por ejemplo, era del Canadá, pero después de una licitación, Rusia se convirtió en nuestro proveedor [más barato]. Ahorramos unos US$ 100 mil por semana, lo que supone más de US$ 2,82 millones por año en ahorros”, dijo Mengatti.

A principios de este mes, el director visitó las instalaciones de la socia rusa y se mostró impresionado con su capacidad productiva. “Tienen una enorme cantidad de reactores. Ya hemos enumerado nuevos insumos [que queremos adquirir], y puesto que tenemos un acuerdo bilateral en vigor, podemos establecer alianzas estratégicas sin licitación si ofrecen beneficios para nuestro negocio”, explicó. La lista incluye el galio 67 y el cloruro de talio, productos químicos utilizados para diagnósticos.

En junio de 2015, cuando la estatal rusa de energía nuclear Rosatom abrió una oficina regional en Río de Janeiro, difícilmente podría anticipar la magnitud de la crisis política y económica que enfrentaría Brasil. Durante Atomexpo 2016, el mayor foro mundial sobre energía nuclear, que tuvo lugar en Moscú en la primera semana de junio, el vicepresidente de Rosatom para América Latina, Ivan Dybov, admitió que Brasil tendrá que esperar a que la situación se estabilice antes de cerrar grandes negocios, pero celebró avances en las áreas de radioisótopos, agricultura, entre otras.

“Algunas de nuestras futuras alianzas para plantas de energía nuclear podrán enfrentar demoras, pero hay otras posibilidades de negocios. Somos el principal proveedor de radioisótopos en Brasil, y podemos proporcionar insumos para la agricultura y para la medicina en toda América Latina, que es un socio estratégico para nosotros”, dijo Dybov. Mencionó aún la posibilidad de construir un vertedero de residuos radiactivos para la estatal brasileña Eletronuclear, que opera las centrales nucleares de Angra I y II, en Río de Janeiro.

Jaime Cardoso, presidente de Nuclebrás Equipamentos Pesados (Nuclep), fue uno de los invitados de AtomExpo 2016. Dijo que las alianzas de negocios con Rusia pueden ayudar a la empresa a expandir su producción. Según él, Nuclebrás –una empresa de economía mixta– fue afectada por la recesión económica y la crisis en Petrobras, su principal cliente.

“Ya somos uno de los proveedores internacionales de equipos nucleares de Rosatom. Ahora estamos debatiendo otros modelos de cooperación, como por ejemplo joint ventures, con miras a ampliar nuestra capacidad de suministro, especialmente para el mercado latinoamericano”, dijo, agregando que Nucleobrás ha firmado un memorando similar con la estadounidense Westinghouse y está negociado otro con la francesa Areva.

*La reportera viajó por invitación de la estatal rusa de energía nuclear Rosatom

Traducción: Lucas Magdiel