Frescobol se convierte en patrimonio inmaterial de Río de Janeiro

El frescobol celebra 70 años de su creación este año y fue reconocido el lunes (9) como patrimonio inmaterial de Río de Janeiro. Además, su práctica fue declarada patrimonio cultural por el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes. El reconocimiento considera el deporte como parte del estilo de vida de Río y asociado con el paisaje cultural de las playas cariocas.

El frescobol se une a una lista de bienes inmateriales que ya cuenta con el estilo musical bossa nova, las escuelas de samba, las comparsas de carnaval y otros. Creado en 1945 en las arenas de Copacabana por un residente del barrio, se practica en las principales playas de Río y ya llegó a todo Brasil. Es similar al tenis, pero sin el uso de la red, y lo juegan dos personas con raquetas de madera y una pelota.

Según el presidente de la Asociación Brasileña de Frescobol, Antônio Filho, el reconocimiento del deporte como patrimonio inmaterial es un regalo para Río y abre muchas posibilidades. “La ciudad tiene que estar orgullosa de que el frescobol nació acá. Esto hará espacio para la realización de proyectos sociales en las escuelas, con grupos de la tercera edad, discapacitados y otros”, dijo.

Una encuesta realizada por el Instituto Rio Patrimônio da Humanidade (IRPH) encontró que las principales playas donde se practica el frescobol son las de Flamengo, Copacabana, Diabo (en Arpoador), Pepê y Posto 7 (Barra da Tijuca), Posto 9 (Recreio dos Bandeirantes) y Praia da Bica (Ilha do Governador). El presidente del Instituto, Washington Fajardo, considera que el deporte “está en el ADN de Río de Janeiro y es parte del modo de vida y del estilo de la ciudad”.

La ciudad de Río de Janeiro tiene 57 bienes inmateriales declarados por la municipalidad. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), patrimonio inmaterial son prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural.

Traducción: Leonardo Vieira