Ministerio de Salud señala deficiencias en la atención a los yanomami
Estructuras de atención en condiciones precarias, falta de profesionales y carencia general de asistencia. Estas son las principales conclusiones de un informe del Ministerio de Salud sobre la situación sanitaria en el Territorio Indígena Yanomami (TI) de Roraima.
La población de esta etnia atraviesa una grave crisis humanitaria. Afectados por la presencia de minería ilegal en sus tierras, los indígenas de esta región viven con la destrucción del medio ambiente, la contaminación del agua, la propagación de enfermedades y la violencia. La situación es histórica, pero ha empeorado en los últimos cuatro años.
El equipo de la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai), vinculada al Ministerio de Salud, recopiló información para el informe entre el 15 y el 25 de enero de este año. El 20 de enero, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ya había declarado la Emergencia de Salud Pública de Importancia Nacional y creado el Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública (COE), responsable de coordinar las medidas para resolver la crisis.
El Territorio Indígena Yanomami, el mayor de Brasil, tiene una población de 30,5 mil indígenas, de los cuales al menos 5,6 mil son niños menores de cinco años. En total, hay 68 polos de base de atención primaria, pero la situación de estas unidades es precaria.
"De hecho, tenemos una situación muy precaria en nuestras infraestructuras y, con base en este plan, haremos todas las mejoras, además del presupuesto que ya tiene Sesai. Hay una decisión de la Presidencia de la República, del Ministerio de Salud, de conseguir una partida presupuestaria específica para mitigar y resolver estas situaciones aquí en territorio yanomami", dijo el jefe del Sesai, Ricardo Weibe Tapeba, en una rueda de prensa ayer por la tarde (7). Tapeba se encuentra en Boa Vista supervisando las medidas para hacer frente a la crisis.
El equipo responsable del estudio comenzó investigando la denuncia de tres muertes de niños, ocurridas entre el 24 y el 27 de diciembre del año pasado. El documento destaca que, en ese momento, se abrieron 17 llamadas aeromédicas para casos graves que requerían transporte inmediato. En enero, el equipo de la misión exploratoria constató al menos diez traslados diarios, y en uno de ellos se rescató a 23 niños a la vez.
Solo en enero, según el COE, se llevaron a cabo 223 traslados, 111 dentro del territorio yanomami y 112 a Boa Vista. Según los equipos locales, los principales problemas sanitarios de la región son la malaria, la neumonía, la desnutrición y los accidentes con animales venenosos.
Amenazas
Otro punto destacado en el informe es la situación de inseguridad en el territorio, debido a la presencia de mineros. Hay al menos cuatro centros de salud cerrados en la región de Surucucu y tres en otras localidades, debido a graves amenazas. Uno de los centros fue incluso renovado, pero no pudo reabrirse.
La falta de insumos, especialmente medicamentos, fue otro factor que dificultó la asistencia a la población de la región. Los traslados de emergencia requieren suministros como un carro de paradas, oxígeno médico en una pequeña bombona, desfibrilador externo automático (DEA) y soporte de suero, pero el equipo no disponía de ninguno de ellos en el momento del trabajo de campo.
El secretario especial de Salud Indígena también criticó lo que calificó de aparato político en el servicio público de salud del pueblo yanomami. Según él, una auditoría realizada por el Ministerio de Salud ya identificó irregularidades en contratos, y la Policía Federal sigue investigando la participación de agentes políticos en connivencia con los mineros.