Brasil: se deforestó un 15% más de bosques primarios en 2022
Con el 30% de las florestas del planeta, Brasil fue responsable del 43% de la deforestación global el año pasado, manteniéndose a la cabeza del ranking de naciones que más bosques pierden. La destrucción de 1,8 millones de hectáreas en 2022 supuso la emisión de 1,2 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono, es decir, 2,5 veces las emisiones anuales de combustibles fósiles del país.
Los datos, difundidos esta semana, proceden de la última actualización del informe Global Forest Watch (GFW), publicado por World Resources Institute (WRI), una institución mundial de investigación y protección del medio ambiente.
Imágenes satelitales también pudieron comprobar que la pérdida de bosques primarios en la región de los trópicos, donde se encuentran los grandes bosques húmedos como la Amazonía, fue un 10% mayor en 2022 que en 2021. Fueron 4,1 millones de hectáreas, el equivalente a 11 campos de fútbol por minuto, una pérdida que produjo 2,7 gigatoneladas (Gt) de emisiones de dióxido de carbono, cifra equivalente a las emisiones anuales de combustibles fósiles de la India.
La destrucción de bosques primarios ha aumentado no sólo en Brasil y en la República Democrática del Congo – los dos países con más bosques tropicales del mundo –, sino también en otras naciones como Bolivia y Ghana. Entre los países con grandes extensiones de bosques primarios, sólo Indonesia y Malasia han conseguido mantener sus tasas de pérdida de bosques primarios cerca de los niveles más bajos ya registrados.
Los datos muestran que la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra, firmada por más de 140 países, entre ellos Brasil, en la COP26 de 2021, no está logrando su objetivo de preservar estos biomas.
Bosques primarios
En Brasil, la pérdida de bosques primarios creció un 15% en 2022, y la mayor parte se produjo en la Amazonia. Fue la tasa más alta no relacionada con incendios desde 2005.
"Esto representa más de 1,7 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios, que son los bosques más maduros, más intactos y más importantes ecológicamente para el sistema ambiental mundial", explicó el Coordinador de Ciencia de Datos Forestales de WRI Brasil, Jefferson Ferreira-Ferreira.
Según el experto, aunque no es posible decir cuáles son las causas exactas de esta pérdida de bosques, "hay indicios muy importantes que muestran que buena parte se debió a la expansión de la agricultura y de los pastos, especialmente en el suroeste de la Amazonia, en los estados de Acre y Amazonas. En estos estados, lo que hemos visto en los últimos dos años es que los índices de pérdida de bosques tropicales prácticamente se han duplicado, lo que representa un riesgo muy grande, porque es en esta región donde tenemos algunos de los bosques más intactos del país".
De acuerdo con WRI Brasil, además de los impactos sobre el carbono, la pérdida de bosques en la Amazonia afecta a las precipitaciones regionales y puede llevar a un "punto de no retorno" en el que la mayor parte del ecosistema se convertirá en sabana. La pérdida de bosque primario se ha acelerado especialmente en la Amazonia occidental.
"Estas pérdidas forestales siempre pueden revertirse, pero lleva tiempo. Algunas acciones inmediatas que pueden y deben tomarse son acciones de control que refuercen la inspección, hagan cumplir la legislación y apliquen multas", explicó el coordinador de WRI.
Otras acciones
Sin embargo, hay otras acciones que deben establecerse, según Ferreira-Ferreira. "Son acciones estructurales a largo plazo como, por ejemplo, las destinadas a fortalecer la economía de la región amazónica con bosques en pie. Un estudio reciente de WRI con otros socios y un total de 75 investigadores demostró que las acciones de conservación y aprovechamiento económico de la selva podrían generar más de R$ 1 billón para la economía brasileña. Pero esto requiere acciones realmente estructurales, que den fuerza a la economía forestal."
Varios territorios indígenas amenazados de la Amazonia brasileña también perdieron bosques primarios en 2022, señala el estudio de WRI Brasil. Los territorios Apyterewa (Pará), Karipuna (Rondônia) y Sepoti (Amazonas) registraron niveles récord relacionados con las invasiones de tierras.
Del mismo modo, la pérdida de bosque primario debido a la minería es visible en el territorio indígena Yanomami (Roraima), que fue objeto de una operación gubernamental para expulsar a los mineros ilegales a principios de 2023.
Además, nuevas deforestaciones se están extendiendo por el territorio indígena Sepoti.
A pesar de ello, los territorios indígenas de Brasil tienen una tasa de deforestación muy inferior a la de tierras similares gestionadas por otros agentes y representan los últimos sumideros de carbono de la Amazonia.