Preservar el Cerrado brasileño, un reto medioambiental
El Cerrado es el segundo mayor de los seis biomas de Brasil y el más amenazado. Ha perdido más de la mitad de su cobertura original y se enfrenta a grandes retos, como el establecimiento de unidades de conservación, el uso sostenible de los recursos naturales, la preservación de las cuencas hidrográficas, la prevención y el combate de los incendios forestales y la vigilancia.
Ese bioma se extiende por 14 estados y el Distrito Federal, alberga más de 130.000 manantiales, lo que lo convierte en una de las principales fuentes de agua del país. Ocho de las 12 cuencas hidrográficas de Brasil nacen en el Cerrado.
Según la profesora Isabel Belloni Schmidt, del Departamento de Ecología de la Universidad de Brasilia, este bioma es el depósito de agua de Brasil. "El cerrado es un productor vital de agua. El agua del Cerrado —no solo en el Distrito Federal, sino también en muchos otros lugares de Brasil— es crucial. Cuando ignoramos la existencia del Cerrado e intentamos sustituirlo, estamos desperdiciando agua. Estamos dejando de producir agua".
Preservación
El Área de Protección Ambiental de Cafuringa, situada al noroeste del Distrito Federal, es conocida como la última frontera verde de la región. Creada en 1988, el área de protección destaca por su belleza natural, que presenta mesetas, bosques y campos donde los manantiales dan origen a ríos, arroyos, rápidos y cascadas absolutamente impresionantes. Sirve de modelo para la conservación del cerrado, con iniciativas que van desde la reintroducción en su hábitat natural de animales víctimas del tráfico hasta ecoaldeas sostenibles y brigadas de bomberos voluntarios.
Pedro Braga, auditor del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibram), explica que la región, que alberga 120 cascadas y pozas, se mantiene bien conservada en gran parte gracias a su accidentado terreno. "Es lo que llamamos el 'mar de colinas' del Distrito Federal. Es una meseta que delinea toda la región y que desciende de 1.300 a 800 metros. Este desnivel de 500 metros genera varias cascadas y rápidos. Los accidentes geográficos de Cafuringa son increíbles".
Reuber Brandão, biólogo y profesor de la Universidad de Brasilia (UnB) y miembro de la Red de Expertos en Conservación, señaló que la zona también presenta propiedades amazónicas.
"Hay bosques con una conexión biogeográfica, un intercambio de organismos con biomas más al norte. Como resultado, se encuentran especies de anfibios, serpientes, mariposas y varios organismos más típicamente amazónicos que, por ejemplo, la fauna que se encuentra en las regiones más altas dentro del Planalto Central", remarcó.