República Democrática del Congo declara el fin del decimotercer brote de ébola
La República Democrática del Congo (República Democrática del Congo) declaró hoy (16) el fin del decimotercer brote de ébola en el país, que comenzó el 8 de octubre y causó seis muertes en la provincia nororiental de Kivu del Norte.
El brote terminó 42 días después de que el último paciente positivo registrara resultados negativos por primera vez y no han aparecido nuevos casos desde entonces, según la dirección regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en África.
En este brote que está llegando a su fin, se reportaron 11 casos (ocho confirmados y tres probables) y seis muertes en la provincia de Kivu Norte, donde ocurrió el de 2018, que duró dos años.
En un comunicado, el director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, dijo que durante esta última fase, el país aplicó "lecciones cruciales" aprendidas en emergencias anteriores.
"RDCongo pudo limitar la propagación de la enfermedad y salvar vidas. Las principales lecciones se están aprendiendo y aplicando con la experiencia adquirida en cada fase", agregó.
Según la OMS, más de 1.800 personas fueron vacunadas en una campaña lanzada apenas cinco días después de que se detectara el primer caso.
El brote fue la oportunidad, por primera vez, para que se utilizara en el país la vacuna contra el ébola "Ervebo" recientemente aprobada.
"Una vigilancia más sólida de la enfermedad, la participación de la comunidad, la vacunación dirigida y la respuesta rápida están haciendo que el control del ébola sea más eficaz en la región", dijo Moeti.
La respuesta rápida incluyó medidas clave de control de brotes, como rastreo de contactos, vigilancia de enfermedades, así como esfuerzos de colaboración con la comunidad en Beni, la ciudad donde se detectó el primer caso.
La OMS ayudó al país desplegando expertos y equipo y contribuyendo con fondos para contener la epidemia.
Sin embargo, la situación de seguridad impredecible y, a veces, volátil en algunas partes de Beni ha dificultado la respuesta en algunos lugares.
El personal de salud y otros trabajadores de primera línea no pudieron llegar a algunas áreas inseguras para monitorear los casos de contacto de alto riesgo y administrar vacunas.
La prevención de la explotación y el abuso sexuales fue un pilar fundamental en esa respuesta, y se envió a un experto para capacitar al personal de la OMS y sus asociados en la prevención de comportamientos inapropiados y abusivos.
Todos los que trabajan en el campo han sido capacitados y cada agencia asociada ha firmado un código de conducta. Los capacitadores hablaron directamente con miembros de las comunidades en las que las autoridades de salud estaban trabajando para crear conciencia sobre la explotación y el abuso sexuales y cómo denunciarlos de manera segura. Los anuncios radiales y los folletos en los idiomas locales también ayudaron a difundir el mensaje.
Con el final de esta fase, las autoridades sanitarias mantienen los esfuerzos de vigilancia y están listas para responder rápidamente a cualquier posible nuevo brote, dijo la OMS en África.
Texto traducido mediante inteligencia artificial.