En Brasil, negros representan el 17% de los más ricos

En el período 2005-2015, el número de negros entre los brasileños más ricos aumentó del 11,4% al 17,8%. A pesar de ello, la población blanca sigue siendo mayoría. Ocho de cada diez brasileños están entre el 1% más rico de la población. Por otro parte, entre los más pobres, tres de cada cuatro personas son negras. Más de la mitad de la población brasileña (54%) está compuesta por negros o pardos (que se incluyen en la definición de negros). Además, de cada diez personas, tres son mujeres negras.

Los datos se dieron a conocer este viernes (2) por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en el estudio “Síntesis de Indicadores Sociales: Un análisis de las condiciones de vida de la población brasileña”.

Dificultades

De acuerdo con el IBGE, las cifras se deben al difícil acceso de la población negra a la educación. En 2015, pese a que el número de negros matriculados en universidades se haya duplicado por influencia de acciones afirmativas, solo el 12,8% de la población negra en general llegó al nivel superior, contra el 26,5% de los blancos.

La dificultad que tienen los negros de ingresar a una universidad es un reflejo de los altos índices de evasión escolar aún en la enseñanza fundamental y de las elevadas tasas de repetición a lo largo de la vida. Sin embargo, las condiciones en que viven también dificultan que alcancen un nivel educativo más alto.

El estudio del IBGE también revela que los negros y pardos tienen más probabilidad de vivir en condiciones precarias, sin acceso simultáneo a agua, servicios de alcantarillado y recolección de basura, en comparación con la población que se declara blanca. Más de la mitad de los negros tampoco cuentan con lavadoras de ropa en su hogar, que está presente en tres de cada diez hogares de personas blancas.

A pesar de la disparidad, el IBGE revela que esas condiciones han mejorado en los últimos años. El porcentual de hogares de negros con saneamiento subió del 44,2% al 55,3%, mientras que el de los de blancos aumentó del 64,8% al 71,9%. El instituto resaltó que el servicio de iluminación está universalizado y cubre el 99,96% del país. En 2015, la cobertura llegaba al 83,5% de los hogares, sobre todo en áreas urbanas.

De acuerdo con André Simões, experto del IBGE, las desigualdades en el acceso a servicios y a una enseñanza de calidad –como la educación privada, donde la tasa de repetición es menor– son reflejo de problemas estructurales del país que se remontan a la época de la colonización. Sostuvo que, para que mejore la calidad de vida del brasileño, el gobierno debe adoptar políticas públicas enfocadas en los grupos desfavorecidos.

“Se ha mejorado el acceso de la población negra o parda a la educación, pero hay una herencia histórica muy grande, y eso muestra que las políticas públicas deben seguir enfocadas en ese grupo”, dijo el investigador. “Cabe enfatizar que un país como Brasil necesita medidas específicas para corregir esa desigualdad”.

A pesar de la pequeña diferencia, la proporción de negros que vive de alquiler, en inmóviles cedidos o en otra condición semejante es mayor que la de blancos.

Pobreza entre los más jóvenes

El estudio destaca que, debido al empeoramiento del panorama económico entre 2014 y 2015, aumentó del 15,2% al 17,6% el porcentual de niños de 0 a 4 años que viven con hasta un cuarto del salario mínimo (US$ 64). Aún así, la situación es mejor que en 2005, cuando casi cuatro de cada diez niños en esa edad vivían con cerca de R$ 200 (US$ 57). El Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) clasifica familias que viven con hasta un cuarto de salario mínimo per cápita como familias de extrema pobreza. En la referida década, la mejora en las condiciones de vida de esos niños, en su mayoría negros o pardos, se debe al aumento real de los salarios y a programas sociales de transferencia de ingresos, de acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), citado por el IBGE.

Traducción: Lucas Magdiel