Gobierno y fuerzas de seguridad visitan Vale do Javari, en Amazonas
La Unión de los Pueblos Indígenas del Valle del Javari (Univaja) recibirá, el lunes (27), en Atalaia do Norte, estado de Amazonas, una comitiva con representantes del gobierno federal y de las fuerzas de seguridad. El objetivo del encuentro es reforzar la presencia del poder público en la región, donde existe la mayor concentración de indígenas aislados del país y donde fueron asesinados, en junio de 2022, el indigenista Bruno Araújo Pereira y el periodista británico Dom Phillips.
La reunión contará con la participación de los ministerios de los Pueblos Indígenas, Justicia y Seguridad Pública, Derechos Humanos y Ciudadanía, además de todas las instituciones que actualmente trabajan para ayudar y reducir la violencia contra los pueblos indígenas, especialmente en la región norte del país.
Como reportó Agência Brasil, líderes indígenas del Vale do Javari vienen recibiendo amenazas de muerte por parte de invasores de la región, después de que Araújo y Phillips fueron asesinados precisamente por denunciar crímenes socioambientales. Los líderes piden que el gobierno federal mejore el programa de protección a las personas amenazadas, además de combatir la minería, caza y pesca ilegales, la deforestación y el comercio de madera, que por ley están prohibidos en tierras indígenas.
En un comunicado, el Ministerio de los Pueblos Indígenas señaló su acuerdo con las demandas de la entidad, manifestando que busca "la agilización de las investigaciones sobre amenazas contra defensores socioambientales, por medio de la elaboración de un plan de acción operativo integrado".
Crimen
Aunque tres personas acusadas del asesinato y ocultamiento de los cuerpos de Araújo y Phillips están en prisión (Amarildo da Costa Oliveira, Oseney Costa de Oliveira y Jeferson da Silva Lima), para la Univaja todavía hay aspectos del crimen que deben ser aclarados, como, por ejemplo, quién sería el autor intelectual de la acción. Como medida de precaución, los tres fueron trasladados a prisiones de máxima seguridad. Existía el riesgo de que escaparan y fueran asesinados por quienes ordenaron los crímenes.